Indudablemente que los actuales momentos plantean desafíos personales y profesionales para quienes desempeñamos el ejercicio docente, más aún para quienes desempeñamos roles de facilitadores y orientadores de la investigación científica en el ámbito educativo, en el sector público y privado. Estos elementos nos obligan a tener un enfoque sistémico y estratégico para implementar modelos educativos y hacer un seguimiento exhaustivo de la evaluación del impacto (resultados), que estén ubicados en función de la demanda de los/as dicentes en relación a su familia, su entorno, a su comunidad para apoyar a la formación de seres humanos con principios y valores antes que nada y complementado con el desarrollo de sus destrezas y habilidades en la construcción conjunta y propia del conocimiento en el día a día, para que sean creadores/as de sus propios proyectos de vida en base de sus errores y aciertos en el proceso enseñanza-aprendizaje.
Para aquello, el docente debe hacer un auto análisis diario de su acción cotidiana en el ejercicio de su rol como facilitador, orientador y mediador de los aprendizajes, es decir de su mejoramiento continuo permanente y de estudios en sitio que permita cambiar positivamente la situación de esa comunidad en la que trabaja, tomando en cuenta que el centro del proceso es el niño/a, adolescente y joven a través de un verdadero proceso de investigación que le permita estar a la altura de las circunstancias y por su puesto de lo que demanda la sociedad actual.
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ResponderEliminarIndudablemente que los actuales momentos plantean desafíos personales y profesionales para quienes desempeñamos el ejercicio docente, más aún para quienes desempeñamos roles de facilitadores y orientadores de la investigación científica en el ámbito educativo, en el sector público y privado. Estos elementos nos obligan a tener un enfoque sistémico y estratégico para implementar modelos educativos y hacer un seguimiento exhaustivo de la evaluación del impacto (resultados), que estén ubicados en función de la demanda de los/as dicentes en relación a su familia, su entorno, a su comunidad para apoyar a la formación de seres humanos con principios y valores antes que nada y complementado con el desarrollo de sus destrezas y habilidades en la construcción conjunta y propia del conocimiento en el día a día, para que sean creadores/as de sus propios proyectos de vida en base de sus errores y aciertos en el proceso enseñanza-aprendizaje.
ResponderEliminarPara aquello, el docente debe hacer un auto análisis diario de su acción cotidiana en el ejercicio de su rol como facilitador, orientador y mediador de los aprendizajes, es decir de su mejoramiento continuo permanente y de estudios en sitio que permita cambiar positivamente la situación de esa comunidad en la que trabaja, tomando en cuenta que el centro del proceso es el niño/a, adolescente y joven a través de un verdadero proceso de investigación que le permita estar a la altura de las circunstancias y por su puesto de lo que demanda la sociedad actual.
Wilson Murillo Casal.
Estimados/as amigos/as de la RED KIPUS
ResponderEliminarMuchas gracias por permitir el acceso y participación a este espacio académico e intelectual.
Atentos saludos,
Wilson Murillo Casal